tag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post3833683408009348059..comments2023-09-01T22:07:28.898+02:00Comments on Todos los libros un libro: Alberto San Segundohttp://www.blogger.com/profile/11817371819436421241noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-41211482822221427832016-10-10T16:58:23.434+02:002016-10-10T16:58:23.434+02:00Quod erat demonstrandum<i> Quod erat demonstrandum </i>Alberto San Segundohttps://www.blogger.com/profile/11817371819436421241noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-27291243933209723342016-10-10T02:19:21.846+02:002016-10-10T02:19:21.846+02:00https://www.youtube.com/watch?v=16YP4EJp5U8. Visio...https://www.youtube.com/watch?v=16YP4EJp5U8. Visione usted este vídeo y/o lea la tesis doctoral del ponente que aparece en el mismo: "El formalismo pedagógico".Puesto que habla de referentes serios, quizás este le parezca a usted lo suficientemente serio. Otro profesor de secundaria, que también en su día, al igual que han hecho ahora con valentía Alberto Royo y Ricardo Moreno Castillo, escribió y publicó un libro crítico con los "actuales" paradigmas educativos. Y en correspondencia con la amabilidad mostrada anteriormente con otros comentaristas, haga gala de ese rigor que sugiere en su artículo, lea mi humilde recomendación y no desperdicie su tiempo y sus palabras dando respuesta al comentario de un profesor de provincias que no es nadie, y que al igual que a usted, tampoco le gusta perder su preciado tiempo. Buenas noches.Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/03225301622381219323noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-4955821926751980482016-10-09T23:06:11.954+02:002016-10-09T23:06:11.954+02:00Perdón, una corrección. Donde dice "la primer...Perdón, una corrección. Donde dice "la primera" léase "el primero". Gracias.Desde la caverna de Platónhttps://www.blogger.com/profile/02003414820327344362noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-12745547133851480312016-10-09T23:02:42.225+02:002016-10-09T23:02:42.225+02:00Sr. catedrático de F.O.L.:
Estoy completamente de...Sr. catedrático de F.O.L.:<br /><br />Estoy completamente de acuerdo con usted en esa descripción del vertiginoso cambio de los tiempos con que nos regala y que obliga a que lo que se lleva en la temporada otoño-invierno del año pasado ya se nos haya quedado anticuado al año siguiente. Un frenesí vital es lo que tenemos. Ya lo decían los zarzueleros de hace dos siglos, que es evidente que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad. Cuanto más cuando una gran autoridad que usted cita, el señor Fernández Enguita, desde su atalaya de hombre preclaro de las ciencias todas, ya auguró –mirando las tripas de un buey, porque de otro modo imposible, pues no tenía ni tiene pajolera idea del asunto– que lo que se iba a llevar era la Biología y lo medio ambiental, y que no era menester seguir estudiando ni Latín ni Griego, ni saberes de esos tan viejunos y trasnochados.<br />Por esta razón no atino a comprender dos detalles. La primera cómo es que sigue utilizando usted un verbo tan florido, profuso, ampuloso, en estos tiempos de inusitada modernez, que se diría que se ha levantado usted debatiendo con Canalejas, y que no se ha quitado la chistera y la levita ni para dormir. <br />Tampoco atino a ver, si proclama a grandes voces la necesidad de adecuarnos a tamañas mudanzas, por qué conserva un blog tan cochambroso, que los modernos por doquiera están hartos de decirnos que aprendamos nuevas tecnologías y nos fijemos en los nuevos diseños de la mercadotecnia de rabiosa actualidad. Actualícese, señor catedrático, que da un poco de grima verle a usted decir cosas tan sesudas y tan al hilo de la noticia y que eso ocurra en un marco de telarañas y caspa a tutiplén.<br />Por lo demás, totalmente de acuerdo con su crítica al libro de Alberto Royo. Sobre todo, con el estilo. Ahí sí que ha estado usted sembrado. Coge uno cuatro frases entresacadas a conciencia, las peores por supuesto, se estofan adecuadamente, se oculta el sentido del texto, y ya tenemos un libro convertido en detritus para que sus oyentes puedan paladearlo y vomitar a discreción. Sí, señor. Ahí sí que ha estado usted moderno. Como cualquier navajero de barrio de hoy en día.<br /><br />Antonio Sánchez, doctor en Filosofía<br /><br />Desde la caverna de Platónhttps://www.blogger.com/profile/02003414820327344362noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-22148051740948696392016-10-09T19:34:09.020+02:002016-10-09T19:34:09.020+02:00Como amable respuesta a todos los comentarios:
Si...Como amable respuesta a todos los comentarios:<br /><br />Sin palabrasAlberto San Segundohttps://www.blogger.com/profile/11817371819436421241noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-12459071835284098422016-10-09T10:22:35.399+02:002016-10-09T10:22:35.399+02:00He empleado tanto texto para dejarle claro por qué...He empleado tanto texto para dejarle claro por qué me siento con fundamento para manifestar el cúmulo de generalizaciones y vaciedades (algunas autocontradictorias, creo que por defectos de redacción, espero que no porque sus neuronas estén ordenadas así: es el beneficio de la duda que concedo a mis alumnos cuando me encuentro con textos o textículos escritos al estilo de su entrada) que dedica a Alberto Royo por su incisivo, interesante y polémico libro. No lo firmo línea por línea, precisamente por respeto a lo que es un pensamiento en evolución y una pasión por la enseñanza llevada de la mano de la vocación de hacer más grande el mundo de los jóvenes a los que se siente en la responsabilidad de enseñar. Pero me hace pensar, y mucho. Quizá algún día pueda darme el lujo de preguntarle, café por medio, por qué no cuadran alguna que otra de sus afirmaciones con mi estudio y mi vivencia profesional.<br /><br />Sin embargo, desde la ristra de méritos que aduce Vd., no encuentro una sola discrepancia con base epistemológica, ni siquiera de pensamiento. Es más, ni las sustenta aludiendo al menos a algún autor, no ya serio, sino de los que publican bajo subvención, y no precisamente de entidades científicas, sino político-administrativas. Ni eso. Sencillamente hay que fiarse de su autoridad para dar por buenas las adscripciones ideológico-políticas (por más que las disfrace de generalidades demagógicas, que ni siquiera pedagógicas) que le asignan, generosamente salpicadas de adjetivos denotativa y connotativamente denigrantes.<br /><br />Uno, que vive en un raro mundo personal en que lee teorías a veces casi etéreas con el fin de buscar soluciones prácticas a problemas que los recetarios-ciruela, se encuentra con numerosas reseñas de libros. Cuando son serias, tanto discrepantes como apasionada e incluso lisonjeramente motivadas (hay jóvenes investigadores que perderían oportunidades de seguir malviviendo de sus becas si enfadan a una vaca sagrada), se apoyan en el saber de otros. Y, desde Grecia, eso solo puede hacerse citando.<br /><br />Por todo lo cual, le suplicaría que se autodenominara "experto en educación", "analista pedagógico" o título similar, pero que evite hablar de sí mismo como profesor, y que no exhiba sus cargos, carguitos o carguetes (que solo suenan prestigiosos entre quienes son ajenos a la profesión) en la que "non praestat" cuando "natura non dat". Está manchando tanto la profesión de los que enseñan como las instituciones educativas.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-17905400042309163312016-10-09T10:21:58.434+02:002016-10-09T10:21:58.434+02:00Sí que eché años en la redacción de una tesis doct...Sí que eché años en la redacción de una tesis doctoral sobre la posibilidad de encajar, en un marco teórico, junto con estudio experimental con pronunciamientos estadísticos incontestables, la posibilidad de dinamizar la enseñanza de la difunta literatura en relación con el análisis crítico de los diversos sistemas de comunicación, incluidos tanto procedimientos estéticos.<br /><br />Para ello tuve que formarme en Ciencias de la Educación a golpe de empollar manuales y monografías, pues mi directora de tesis usó sus contactos de la Escuela de Magisterio para que especialistas en la materia me mandaran a las fuentes básicas y a las investigaciones de última línea. Debo agradecer efusivamente la ayuda en el estudio a mi esposa, licenciada en la materia, detalle fromativo este que no veo en su grandilocuente aunque poco explícito currículum: conozco a mucho inane que ha llegado donde Vd. cuenta de sí mismo exhibiendo en cursos y conferencias, magníficamente pagados por las administraciones que recorta de otras partes, gravísimas ignorancias tanto de la materia que se supone que impartían antes de alejarse del aula como de conceptos básicos tanto de pedagogía clásica como de "la nueva", esa que se empezó a implantar en el panorama maravalliano con unos cincuenta años de retraso. Sobresaliente cum laude por unanimidad del tribunal, que, además era duro e interdisciplinar, porque quería contrastar de verdad la solidez de lo que había trabajado. La nota era lo de menos en otros horizontes, dado que no me jugaba medro alguno (mis escasas victorias las cuento por alumnos desechados por el sistema cuando consiguen vencerlo usando las propias herramientas comunicativas que los mandaron al vertedero que hipócritamente alimenta y oculta uno de los sistemas más destructivos de la equidad que se ha conocido jamás, desde que dejó de ser delito que los esclavos manuales supieran leer y escribir, o desde que, recientemente, en Sudáfrica, las personas de raza negra pudieron acceder a la enseñanza en inglés y no exclusivamente en boer.<br /><br />[continúo]<br /><br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-79500943824211088502016-10-09T10:20:34.068+02:002016-10-09T10:20:34.068+02:00Señor Catedrático:
Le dejo un comentario para que...Señor Catedrático:<br /><br />Le dejo un comentario para que lo censure, como ya ha hecho con otros anteriores.<br /><br />Intento enseñar Lengua y Literatura. Como lo intentó quien quiso enseñarle a escribir alguna vez,y a quien Vd. le ignoró el clásico "usad frases cortas y una idea central por párrafo", además de "sed claros y evitad las ambigüedades", por no hablar de "repasad lo que escribís y rectificad vuestros errores de expresión". Porque este conspicuo lector de Góngora puede decirle con un cierto grado de autoridad que su discurso no parece oscuro a una persona no entrenada: lo es por falta de corrección de gramática textual. Lo cual, por cierto, hace poco o nada accesible su texto a quienes no le metan el bisturí. No me cabe duda de que, leído en diagonal, las cuatro o cinco frases descalificatorias, puestas al lado de la foto de la portada del libro de Alberto Royo son material suficiente para los hooligans que le van a aplaudir, a los que maravillará además, que no se le entienda tan vacuamente extensa entrada, porque podrán pensar que hay un razonamiento tan profundo que no les alcanza el caletre. Afortunadamente, es tan amplia la pereza intelectual de esta piel de toro que en general no corren el peligro de Alonso Quijano cuando lo de "la razón de la sinrazón..."<br /><br />No tuve la suerte o desgracia, según se mire, de llegar a una cátedra en mi especialidad, porque, a pesar de aprobar a la primera las oposiciones, me faltaba un año de "experiencia docente" (la convivencia como monitor de tiempo libre de niños y jóvenes desde los quince años no contaba) para poder acceder al último concurso de acceso a Cátedras de mi taifa, que ya tenía examen con tribunal, y no como otros, en los que una memoria que no había que defender (a veces hecha por mano mercenaria, dorada época para jóenes brillantes en paro), sumada a los años suficientes de antigüedad, daba entrada. Por cierto, que, como tocaba repartir cátedras para contentar especialidades y a los sindicatos, algunos tuvieron mucha menos competencia que otros en brillantez para alcanzar la malhadada "condición", en vez de oposición a cuerpo (que hubiera permitido dejar vacantes por falta de méritos) Es más, procediendo de FOL, Vd. es profesor con la condición personal de catedrático, pues el cuerpo en sí desapareció. Mis escasos conocimientos de psicoanálisis y el hecho de que no tenga material suficiente de Vd. para usar el método de análisis psicocrítico, que como teórico de la Literatura sí conozco no me permiten afirmar si algún complejo asoma tras la gruesa imprecisión.<br /><br />[continúa]<br /><br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-13486932451193032032016-10-08T10:35:29.669+02:002016-10-08T10:35:29.669+02:00(Continúo)
De simetría nada, le digo, pues en el ...(Continúo)<br /><br />De simetría nada, le digo, pues en el otro lado los “expertos” de la nueva educación tienen a su disposición todos los medios de comunicación, aparecen en televisión, los encontramos día sí y día también en la prensa, tienen el beneplácito de los políticos (y ésto, en la España actual no es una buena noticia, creame) y sobre todo están respaldados con el poder económico infinito de grandes corporaciones y sus fundaciones educativas (Telefónica, La Caixa, Banco Santander, Microsoft...) <br /><br />¿Sabía usted que el señor Molina, el escritor de “Despertad al diplodocus” y postulado en muchos medios como próximo ministro de Educación, está en nómina de “New Age Institute”, una fundación de Manpower, una de las mayores multinacionales del trabajo temporal? Mire usted, de simetría nada.<br /><br />Nosotros, ciertos profesores, reivindicamos el protagonismo del profesorado, ser escuchados en lo que es nuestro trabajo ¿Acaso pedimos demasiado? Mientras que a los gurús educativos les escuece cualquier voz discordante, pretenden tener el monopolio supremo de la educación, y se irritan si encuentran en el profesorado algo que no sea la obediencia ciega de un rebaño de ovejas. Usted perdone, pero cierta parte del profesorado nos negamos a ser un rebaño de ovejas. <br /><br />No le molestaré más. Le aseguro que los profesores críticos seguiremos ejerciendo nuestro deber ciudadano de denunciar lo que consideramos un camino equivocado, seguiremos señalando las contradicciones de la “nueva pedagogía”, los intereses económicos y ideológicos (y los farsantes) que esconde, aunque nadie nos escuche, aunque nuestra guerra esté perdida (yo mismo pertenezco a una larga tradición familiar de perdedores de guerras), aunque nos señalen despectivamente nuestras carencias expresivas ciertos "señoritos" lingüísticos, y nos alegraremos cuando, excepcionalmente, nuestras ideas alcancen la publicación de un libro. Aunque a algunos esto les irrite.Gerard Romohttps://www.blogger.com/profile/04569329962312885085noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4103548945744612218.post-65239633826736943122016-10-08T10:33:40.144+02:002016-10-08T10:33:40.144+02:00Apreciado señor:
Como profesor de matemáticas de l...Apreciado señor:<br />Como profesor de matemáticas de la escuela pública me gustaría rebatir el planteamiento que usted hace sobre tradicionalistas y modernistas educativos en su crítica al libro del profesor Alberto Royo. No lo haré desde el lenguaje, pues es un territorio que, a la vista está, usted domina magníficamente. Aunque, por cierto, permítame apelar a su magnificencia para pedirle (incluso suplicarle) un mayor uso de separadores, una mayor estructura en párrafos, un mayor uso de comas, unas frases un poquito más cortas, para que los que no dominamos el lenguaje tan bien como usted no nos perdamos en su lectura.<br /><br />Permítame llevarle a mi territorio, a las matemáticas. Usted expone una situación de simetría entre tradicionalistas y modernistas, cuando de simétrica no tiene nada. La simetría es una cualidad hermosa, es muy expresiva, pero la falsa simetría también puede servir como magnífico escondite de falsedades, de mentiras y de mentirosos. A rey Salomón le bastó pedir una espada para cortar al niño por la mitad para acabar con la aparente pero falsa “simetría” entre las dos supuestas madres. <br /><br />Permítame decirle que de simétrica, nada. Estamos por un lado los profesores que humildemente y honradamente hacemos nuestro trabajo de enseñar y educar, en un contexto dificil de crisis económica y social, aguantando recortes, afrontando mil exigencias de todo tipo, y por otro lado, está la existencia de un colectivo de pedagogos y teóricos de la educación y del aprendizaje que desde sus atalayas (universitarias,institucionales, corporativas, del pan Bimbo...) pretenden llevar la educación y el aprendizaje por derroteros modernos "revolucionarios" que nosotros cuestionamos.<br /><br />De simetría nada. Una parte (minúscula, ínfima, hay que decir, tristemente) del profesorado ejercemos nuestro derecho pero sobre todo nuestro deber cívico de expresar nuestra opinión crítica, pues pensamos que ese camino es equivocado. ¿Debemos callar acaso? Y utilizamos los medios que tenemos, las redes sociales, y la capacidad que tenemos (con nuestras faltas de ortografía y nuestros anacolutos, usted tenga a bien perdonarme) y sólo en casos muy excepcionales nuestra voz ha alcanzado la publicación de algún libro (el caso de Alberto Royo o el caso de Ricardo Moreno). Parece que ésto le irrite a usted. <br />Gerard Romohttps://www.blogger.com/profile/04569329962312885085noreply@blogger.com