Vivo entre muchos libros y extraigo una gran parte de mis ganas de vivir del hecho de que aún leeré la mayoría de ellos. (Elias Canetti)

miércoles, 5 de junio de 2013

PHILIPPE CLAUDEL. EL INFORME DE BRODECK

Hola, buenos días. Bienvenidos un miércoles más a Todos los libros un libro, el programa de Radio Universidad de Salamanca en el que, semanalmente, os damos cuenta de una referencia literaria, una novela, un poemario, un libro de cuentos, un ensayo, con la intención de induciros, de sugeriros, de invitaros a su lectura. Se trata, como ya sabéis si nos seguís habitualmente, de transmitiros, sin ninguna pretensión crítica o académica, la fascinación, el encanto, la pasión que los libros me provocan, en la creencia, que quizá pueda resultar inmodesta, de que lo que a mí me entusiasma puede interesaros también a vosotros. Hoy os traigo una novela, una magnífica novela, la última publicada en España de su autor, el francés Philippe Claudel. El libro lleva el título de El informe de Brodeck y ha sido editado, como el resto de su obra en España, por la Editorial Salamandra el pasado 2008 en traducción de José Antonio Soriano Marco.
 
De Philippe Claudel son también otras dos novelas excelentes, Almas grises, delicada y bellísima, y la también preciosa La nieta del señor Linh, que quizá hayáis podido leer, pues alcanzaron, ambas, un relativo éxito de ventas y fueron muy divulgadas tanto en revistas literarias y suplementos culturales especializados como en los medios de comunicación generalistas. Hace un par de meses la propia editorial Salamandra nos ha ofrecido también un volumen de relatos, piezas cortas o más exactamente textos breves, de título Aromas, en los que Claudel recrea, en un tono autobiográfico, con lirismo y sensibilidad, con emoción y sencillez, infinidad de momentos de su vida -muchos vinculados a su infancia y juventud- que su memoria evoca vinculados a olores, a perfumes, a fragancias, a aromas. Una delicia de libro que tampoco deberíais perderos.
 
La escritura de Philippe Claudel es pausada, minuciosa, reflexiva, filosófica, introspectiva; cuenta historias, que ambienta con precisión y pertinencia, que se acomodan (en general) a los esquemas narrativos más acostumbrados, hay planteamiento, nudo y desenlace, hay personajes bien dibujados, con entidad, hay también escenarios reconocibles, paisajes, pueblos y ciudades, pero lo esencial en sus novelas es la dimensión íntima de esos personajes, la indagación profunda en la verdad de los seres humanos, la penetración en los resortes más auténticos de nuestras almas. Y así ocurre también, y de modo destacado, en El informe de Brodeck. El fondo narrativo, ‘realista’, del libro gira sobre un informe que el protagonista principal, el Brodeck del título, debe realizar para dar cuenta del asesinato de un extraño personaje, el Anderer, el Otro, en su traducción alemana. Brodeck vive en un pueblo alejado del mundo, perdido en las montañas, aislado, cerrado en sus costumbres, lejos de todo, sin contacto apenas con el normal devenir de la existencia. En ese ambiente opresivo y endogámico, incontaminado y brutal, aparece un día, con la segunda guerra mundial recién terminada, este Anderer, un individuo singular, algo estrafalario en las formas, silencioso y reservado, que deambula con su asno y su yegua, con los que habla y a los que trata como amigos, caminando por el pueblo y sus alrededores entregado a la pesca y a recoger los paisajes locales y las fisionomías de los lugareños en su cuadernos de pintura. Esa presencia extraña y algo inquietante perturba la vida de la aldea hasta tal punto que todos sus habitantes, conjurados, deciden asesinar al extranjero al sentirse amenazados en su tranquilidad por la, a su juicio, ominosa mirada del hombrecillo, y acaban llevando a cabo su acción de un modo unánime, unido todo el pueblo en el violento desenlace. A Brodeck, excluido de la siniestra, inexplicable y paranoica venganza, sus conciudadanos le encomiendan la tarea de documentar la presencia del Anderer en el pueblo, redactando un informe de lo sucedido para enseñanza y ejemplo de quienes lo lean. En la investigación de los hechos, Brodeck entrevista a las fuerzas vivas del pueblo, rememora los hechos acaecidos en los últimos meses y, sobre todo, encuentra en esa labor investigadora la ocasión para revivir los dolorosos sucesos de su propia vida, para reflexionar sobre la terrible experiencia sufrida por él mismo, recluido en un campo de concentración, y por su hermosa mujer, que aguarda esperanzada su llegada en el ambiente opresivo y cruel del pueblo, de su habitantes cerriles, de una inhumanidad casi animal.
 
Pero más allá de este hilo argumental la novela se abre a otros planos. Por de pronto, la ubicación del pueblo, del país, la descripción de la época, incluso los hechos históricos más reconocibles, como la segunda guerra mundial o los campos de concentración o la persecución de los judíos o la ocupación nazi, aparecen de un modo velado, difuso, sin precisar del todo, ni en el tiempo ni en el espacio, lo que dota a la historia de un aire de irrealidad, o de realidad algo fantasmagórica; a mí, en muchos momentos de la lectura me ha venido a la cabeza la obra de Kafka, El proceso o El Castillo, singularmente. Por ello, el narrador, al difuminar los rasgos concretos, la anécdota, podríamos decir, eleva la historia a la categoría de emblema, de símbolo. El libro adopta así la apariencia de una fábula, una reflexión intemporal y por lo tanto con valor universal sobre el amor, la extranjería, la identidad, el fanatismo, el mal, el miedo, la venganza, el perdón, la locura y la inhumanidad de las personas, la honradez y los valores morales, el olvido, el destino.
 
Dejadme destacaros, antes de terminar, algún otro aspecto significativo de la estructura del libro. El narrador se mueve en diversos niveles temporales, el relato se enreda, vuelve atrás, retoma el momento actual. El informe que Brodeck redacta en presente enlaza con la historia ya pasada de la presencia del Anderer en el pueblo, y con la más remota de su propia detención y posterior internamiento en el campo de concentración, una especie de confesión autobiográfica. Como dice el narrador: No soy escritor. Este relato, llegue o no a leerse, lo demuestra de sobra: avanzo, retrocedo, me salto el hilo temporal como quien salta una cerca, me voy por las ramas. Esta aparente complejidad estructural no complica la lectura, antes al contrario, amplía sus ecos, la enriquece. En cierto modo, esta algo enrevesada trama formal encierra uno de los mensajes del libro. Como señala, de nuevo, el propio Brodeck: a esta confesión le falta orden. No ceso de divagar. Pero no tengo por qué justificarme. Las palabras acuden a mi cabeza como las limaduras de hierro a un imán, y las vierto en la hoja sin preocuparme de nada. Si esta historia se parece a un cuerpo monstruoso se debe a que es la imagen de mi vida, que va a la deriva, que no he podido encauzar.
 
Os recomiendo vivamente este El informe de Brodeck, es un libro magnífico, intenso, esclarecedor, bellísimo y perturbador. Leed también las otras tres extraordinarias obras de su autor, Philippe Claudel, publicadas, como ésta, por la editorial Salamandra, Almas grises, La nieta del señor Linh y la muy reciente Aromas. Os dejo con un fragmento muy significativo de la novela, en el que aflora este valor metafórico y simbólico del que os he hablado. Y como el texto seleccionado habla de mariposas os ofrezco también una canción que se centra en los hermosísimos insectos en un contexto, como el de la novela, de violencia y dolor: Butterfly, interpretada por Lloyd Cole.
 
 
¿Ha observado usted a las mariposas alguna vez, señor alcalde? ¿Y usted, señor maestro? Sí, mariposas, cualquier tipo de mariposas… ¿No? ¿Nunca? Lástima… Una verdadera lástima. Yo, en cambio, he consagrado mi vida a las mariposas. Hay quien se interesa por la química, la medicina, la mineralogía, la filosofía, la historia… Yo me he dedicado a las mariposas. Lo merecen de sobra, pero poca gente es capaz de darse cuenta. Es muy triste, porque si nos interesáramos más por esas frágiles y hermosas criaturas, aprenderíamos lecciones extraordinariamente útiles para la especie humana. Figúrense, por ejemplo, que, en una variedad de esos lepidópteros conocida con el nombre de Rex flamae ha podido observarse un comportamiento que, a primera vista, parecía carecer de lógica, pero tras muchas comprobaciones ha demostrado estar pleno de sentido y, si la palabra pudiera aplicarse a las mariposas, de notable inteligencia. Las Rex flamae viven en grupos de una veintena de individuos. Se cree que entre ellas existe una especie de solidaridad que las impulsa a reunirse cuando una encuentra alimento en cantidad suficiente para que todas puedan beneficiarse. Con bastante frecuencia, admiten a mariposas de otras especies dentro de su grupo, pero, en cuanto aparece un depredador, por lo visto las Rex flamae se avisan unas a otras, mediante algún lenguaje que desconocemos, y se ponen a salvo. Las mariposas que momentos antes podían considerarse integradas en el grupo no parecen tener esa información, y son devoradas por el pájaro. Entregando una presa al depredador, las Rex flamae garantizan su supervivencia. Cuando todo les va bien, la presencia de uno o varios individuos que no pertenecen a su grupo no les molesta; probablemente, incluso de alguna forma las beneficia. Pero en cuanto surge un peligro y la integridad y la supervivencia del grupo están en juego, no dudan en sacrificar a quienes no son los suyos. Probablemente, ciertas mentes estrechas considerarían que el comportamiento de esas mariposas carece de moral. Pero, ¿qué es la moral? ¿Para qué sirve? La única moral que prevalece es la vida. Sólo los muertos se equivocan.

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