Vivo entre muchos libros y extraigo una gran parte de mis ganas de vivir del hecho de que aún leeré la mayoría de ellos. (Elias Canetti)

miércoles, 27 de marzo de 2013

CLAUDI ALSINA. GEOMETRÍA PARA TURISTAS

Hola, buenos días. Bienvenidos un miércoles más a Todos los libros un libro. Hoy quiero hablaros de un libro muy curioso y divertido aunque con enjundia y profundidad, serio e interesante pero a la vez ligero y ameno. Se trata de Geometría para turistas, su autor es Claudi Alsina y lo publicó, hace ya tres años, la catalana editorial Ariel. La mención al turismo del titulo me hace proponeros su lectura en estos días previos a las vacaciones de Semana Santa, siempre tan propicios para el viaje.
 
Claudi Alsina es Catedrático de Matemáticas de la Escuela superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Barcelona. Aparte de su labor docente, es un conocido y entusiasta divulgador de las matemáticas, tarea que lleva a cabo con un extraordinario sentido del humor en ámbitos diversos, entre ellos el de los libros, con varios publicados sobre la materia, incluido el que hoy quiero presentaros. Os recomiendo también Vitaminas matemáticas y el hilarante Asesinatos matemáticos, una colección de errores matemáticos cometidos por políticos, periodistas, famosos varios e incluso científicos, que si no fueran tan frecuentes serían divertidos, tal y como señala su autor. Ambos están editados también en Ariel.
 
Geometría para turistas es, inicialmente, como su título parece apuntar, una guía de viajes, aunque podemos decir que se trata sin duda, dentro de su género, de una muestra ciertamente singular. En el libro, el autor visita -visita incluso literalmente, pues afirma haberlo hecho en persona en el noventa y cinco por ciento de los casos que menciona en el texto- ciento veinticinco ciudades, monumentos, obras y diseños emblemáticos, conocidos o significativos en el mundo entero. Pero esta visita está marcada por la dedicación profesional del viajero, pues el enfoque elegido le lleva a rastrear en esos espacios y edificios la presencia de la geometría, de las matemáticas. Se trata, pues, más que de una guía al uso, de un recorrido por las claves matemáticas, por los infinitos detalles geométricos escondidos en los edificios más importantes del mundo. No obstante, debo aclarar que, aunque no sea el propósito principal del autor, hay en el libro numerosas informaciones equivalentes a las que contiene una guía más convencional, señalando monumentos y paisajes, atracciones turísticas y museos, con sus correspondientes direcciones y referencias bibliográficas y de internet que permiten profundizar en los datos aportados en la obra e incluso completar con una visita virtual el conocimiento de los espacios descritos en el libro.
 
Este se abre con unos consejos matemáticos básicos para el viaje. Este capítulo preliminar está encabezado por un sencillo test que permitirá calibrar nuestra destreza numérica y saber así si estamos en condiciones de encarar el libro -y las peripecias turísticas- con un mínimo de garantías. Resuelto el cuestionario, nos esperan algunas recomendaciones elementales relativas a aspectos de la experiencia viajera en los que las matemáticas tienen una importancia simple y obvia pero destacada. Por ejemplo, las fechas de las festividades acomodadas a los distintos calendarios que coexisten en el mundo, las husos horarios y las horas oficiales, los desplazamientos, enlaces y precios, el volumen ideal de la maleta perfecta, la temperatura con sus diferentes escalas, el dinero y las divisas. También se presenta el kit matemático del turista, con alusiones a mapas, guías, escalas, sistemas locales de medidas con sus equivalencias, regateos y propinas, y los cambios -de unos países a otros- en la electricidad y los enchufes o en el tráfico y los códigos de la circulación.
 
La guía en sí recorre el mundo a partir de una sección inicial centrada en España, con especial detenimiento en Barcelona, patria chica del autor. A continuación, Europa (con paradas especiales y muy justificadas en Italia), América del norte, América central y del sur, Oriente Medio y África, y el Lejano Oriente, la India y Oceanía. En todas ellas encontramos el análisis minucioso, muy preciso, muy accesible incluso a profanos, en numerosas ocasiones con gráficos y diagramas aclaratorios, de las más destacadas muestras de la arquitectura y el urbanismo, la ingeniería y el arte, el patrimonio cultural civil y religioso, de todas esas partes del mundo. De modo que decidís iros de viaje, por ejemplo, a Pisa y podéis leer en la guía todas las curiosidades aritméticas y las particularidades geométricas que encierra su famosa torre, las implicaciones matemáticas de su construcción, las ocultas reglas numéricas de su inclinación o la escondida presencia de las figuras cíclicas o diedrales, los llamados grupos de Leonardo, una curiosidad geométrica sobre la que el autor nos ilustra. Sin duda, la visita posterior se habrá visto enriquecida por la consulta de la guía y, estoy seguro, disfrutaréis de vuestra peripecia viajera por partida doble. Doble o triple, pues además del viaje en sí y de la nunca sobrante erudición matemática, el humor socarrón y la amable simpatía que rezuma la escritura de Claudi Alsina os habrán hecho pasar unas horas de lectura muy agradables.
 
Dejadme que os dé cuenta de un modo breve de algunas de las visitas que el autor lleva a cabo en el libro y de las curiosidades y los enigmas matemáticos que en ellas nos plantea.
 
Por ejemplo, ¿hacia dónde señala en realidad el dedo de Colón en Barcelona? Tras leer la guía sabemos que en dirección contraria, es decir, a Génova y no a América. ¿Cuál es el número secreto de la Sagrada Familia? El doce, como los campanarios, los poliedros de los pináculos, las puntas de la estrella del cimborio de la Virgen, y tantos otros. ¿Puede una torre de telecomunicación ser un reloj de sol? Lo es la torre olímpica de Santiago Calatrava. ¿Qué enigmáticas funciones debía cumplir el Escorial? El autor nos informa de que el monumental edificio fue concebido para ser, a la vez, jardín, palacio, biblioteca, convento, colegio, basílica y panteón real. ¿Qué misterios envuelven las Meninas del Prado? Hasta ocho describe, sin resolver, obviamente, nuestra sorprendente guía. ¿Cuál es el secreto de las decoraciones de la Alhambra? Entre otros, que contiene las diecisiete formas periódicas posibles de decoración de un plano. ¿Cómo se calculó la fachada del Guggenheim de Bilbao? Mediante el programa Catia de IBM, usado hasta entonces tan sólo para operaciones de supercomputación y el diseño aeronáutico.
 
Y debo pararme, pues no es posible dar cuenta de tantas interesantes cuestiones como se abordan en este sugestivo libro. ¿Es Finisterre el fin del mundo? ¿Por qué los mapas de metro se parecen todos al de Londres? ¿Cómo logran en Dubai que la primera línea de mar crezca cada año? ¿Por qué Brunelleschi hizo una cúpula dentro de otra en Florencia? ¿Qué motivó que se empezasen a construir ciudades con formas de polígonos? ¿Se vive bien dentro de un cubo inclinado? ¿Qué secretos esconde Hagia Sohpia en Estambul? ¿Por qué las grandes cúpulas americanas las hizo el valenciano Guastavino? ¿Cómo son los grandes rascacielos? ¿Cómo lograr un auditorio en el que el sonido sea perfecto? ¿Cómo se aseguraron en los parques Disney de que siempre haya colas de espera? ¿Cómo se numeran las calles en Buenos Aires? ¿Qué nos esconde la Gran Pirámide? ¿Puede un extranjero ir en el metro de Tokio sin perderse? En fin... como veis, muy enjundiosas preguntas y, creedme, mucho más estimulantes respuestas.
 
Leed este Geometría para turistas de Claudi Alsina que publica Ariel y disfrutaréis de unas horas muy agradables de lectura, estudio, esparcimiento y diversión. Además, a partir de su consulta encararéis vuestros viajes, como digo, con otra perspectiva.
 
Interesantes combinaciones matemáticas hay también en el vídeo, un clásico de hace unos años, de una canción muy viajera -Around the world- del grupo francés Daft Punk. 
 
 
Misterios del Park Güell
 
La familia Güell tuvo la visionaria idea de crear una urbanización (¡no de casas adosadas!) donde las diferentes casas a construir estarían integradas en medio de un parque natural, disponiendo de espacios para pasear, jugar, acoger un mercado, etcétera. Y confiaron al genial Antoni Gaudí el diseño de este proyecto. Había nacido el Park Güell, que como urbanización fue un fracaso, pero como legado nos dejó uno de los parques públicos más originales del mundo. En uno de los pocos edificios construidos en el interior del parque vivió el propio Gaudí durante muchos años.
 
Gaudí potencia la naturaleza del lugar y el disfrute de la misma optando por crear sólo dos núcleos espectaculares como son la entrada de la calle Olot y la plaza elevada central. En el resto del proyecto se limita a ordenar bien los caminos o crear algunos nuevos usando los propios materiales del lugar (piedras). La genialidad es que Gaudí con piedras y cemento crea columnas inclinadas que crean pórticos y sostienen sus nuevos caminos elevados.
 
Para sostener la plaza central Gaudí diseña 86 grandes columnas, algunas inclinadas, todas evocando el estilo griego para complacer al conde Güell. Las columnas determinan una cuadrícula, en la que la raíz cuadrada de dos es omnipresente, y con elementos prefabricados forma cuadrados sobre los que sitúa casquetes esféricos invertidos. Luego, la arena compacta lo cubre todo y nace la plaza. ¿Cómo desaguar la lluvia que caiga sobre la arena de la plaza? Aquí el ingenio es preciso: algunas columnas tienen en su centro tuberías que transportan la lluvia filtrada al espacio inferior del columnario donde hay escondida una gran piscina. El agua se puede aprovechar para regar los jardínes adyacentes y una parte circula hacia abajo por el eje central de la escalinata a través de diversos elementos. Y aquí el maravilloso dragón gigante formado de trocitos de cerámica de colores, una salamandra del parque hecha a escala gigante, pasa a ser una gárgola de agua al salir por su boca uno de los tubos que la recibe de la reserva.

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