Vivo entre muchos libros y extraigo una gran parte de mis ganas de vivir del hecho de que aún leeré la mayoría de ellos. (Elias Canetti)

miércoles, 11 de mayo de 2011

AMALIA IGLESIAS (editora). POETAS EN BLANCO Y NEGRO

Hola, buenos días. Os damos la bienvenida una semana más a Todos los libros un libro, nuestra habitual recomendación de lectura que os proponemos desde la sintonía de Radio Universidad. Hoy el libro seleccionado pertenece al dominio de la poesía, un territorio que no goza de demasiada atención en los medios de comunicación. Uno tiene la impresión de que la prensa, la televisión, la radio son considerados, por una especie de acuerdo implícito universal, vehículos para que en ellos fluya la realidad ‘real’, podríamos decir, para las noticias, para la política, para los sucesos, para todos los aspectos ‘externos’ al alma humana, para, como decía La Codorniz, aquel semanario satírico que sólo los mayores de cuarenta años recordarán, ‘los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa’, en frase de Juan de Mairena, el entrañable profesor de retórica machadiano.

Y así, nuestros telediarios, las tertulias radiofónicas, las páginas de los periódicos, se pueblan de guerras y muertes, de atentados y violencia, de tediosas reuniones políticas e insulsas soflamas partidarias, de lemas predigeridos e intelectualmente vacuos, de declaraciones altisonantes y casi siempre inanes, de las mil y una variedades de los interminables deportes, e incluso, cuando, en esos medios aflora el mundo de la cultura, su aparición es superficial, pues se nos da cuenta de una inauguración, de un estreno, de una publicación, jamás (salvo en algún ámbito muy especializado) se lee un poema, se reflexiona sobre un fragmento literario, se escucha con sosiego una pieza musical.

¿Y por qué debe ser así? ¿Es que acaso no necesitamos alimento espiritual?, ¿acaso no estamos abiertos, día a día, a la emoción, a las palabras conmovedoras, acaso no nos tocan los grandes temas de la existencia humana, el amor y la muerte, el paso del tiempo y el destino, la pérdida y el dolor, la felicidad y su imposible búsqueda, la decadencia y la exaltación, el entusiasmo y la pasión, el fracaso y la alegría? Vivimos una rutina programada, muy mal programada, en realidad, por groseros mercaderes muy limitados intelectual y espiritualmente. La gente se acostumbra a lo que le ponen delante, y así tendemos a creer que la realidad es eso que nos muestra la televisión o los periódicos… y no es así, no lo es para muchas personas, no lo es para todos aquellos para los que los sentimientos, la intimidad, los sueños, los anhelos, la poesía, en fin, resultan más reales que el último intercambio de insultos entre políticos o la enésima reedición del partido del siglo.

En fin, afortunadamente existen reductos, incluso en esos medios, en los que hay espacio para la vida auténtica y el libro que hoy os presento refleja uno de esos espacios privilegiados y admirables. Se trata de Poetas en blanco y negro, y es una edición a cargo de Amalia Iglesias, poeta ella misma, y que vio la luz a finales de 2006 publicado por Abada Editores.

Os cuento la génesis del libro, que explica su propósito y su sentido últimos. El catorce de septiembre de 2001, el suplemento cultural del periódico ABC, que entonces se llamaba Blanco y Negro Cultural y más adelante cambió su nombre por ABCD las Artes y las Letras, denominación esta última que subsiste en la actualidad, comenzó a publicar una sección de creación poética, a cargo de la mencionada Amalia Iglesias, con la intención, insólita en este mundo de griterío y superficialidad que os comentaba en mi introducción, de ofrecer en un periódico una muestra variada de la poesía que se estaba haciendo, que se hace hoy día, en nuestro país, pero también en Hispanoamérica y Portugal. Y así, desde entonces, cada semana ha ido apareciendo en el suplemento un poema inédito de un poeta portugués o hispanoamericano o, por supuesto, español (y en este caso, escrito en cualquiera de las lenguas con vida, tradición y arraigo literarios en España: el castellano, claro, pero también el euskera, el gallego o el catalán). Junto al poema se ofrecía, se sigue ofreciendo, la sección sigue activa, una escueta ficha biobibliográfica y un breve apunte sobre el estilo del poeta seleccionado.

Pues bien, en la primavera de 2006, cuatro años después, la editorial Abada reunió los casi doscientos cincuenta poemas publicados hasta entonces, manteniendo la estructura original, con la reseña y los comentarios estilísticos, en el libro que hoy os comento.

Amalia Iglesias señala en la introducción que Poetas en blanco y negro no es una antología. Quiere decir con ello que no pretende reflejar un canon o una escuela o una singular tendencia estética, un coincidente compromiso literario, o una determinada generación poética, ni una perspectiva particular, o un criterio estilístico aglutinador. Todas las antologías son, por esta voluntad taxonómica restrictiva, reduccionistas, limitan la visión al centrarla sobre un foco necesariamente estrecho. La editora prefiere y reclama para el libro el término muestra, de modo que si os decidís a comprar y leer el libro que hoy os estoy presentando os encontraréis con eso, con una muestra amplísima, con una recopilación de voces poéticas dispersas que refleja el heterogéneo panorama de la poesía de nuestro tiempo en el entorno cultural del que formamos parte. Poetas en blanco y negro es, pues, un excelente modo de acceder a la obra de una significativa representación de los poetas de nuestra contemporaneidad; unos poetas que, dejadme recordároslo, no escriben para iniciados, para especialistas, sino que aspiran a ser degustados, disfrutados por el mayor número posible de destinatarios, no olvidéis que se trata de poemas inicialmente publicados en la prensa, en una prensa general y no literaria.

Me disculparéis si termino mi reseña sin citar ningún nombre de los casi doscientos cincuenta poetas recogidos, baste con decir que en Poetas en blanco y negro están todos (o casi todos) los que significan algo en el ‘mundo poético’, todos los estilos, todos los movimientos. Como señala la propia Amalia Iglesias en su comentario introductorio, en este Parnaso tan poblado hay espacio para todos. Disfrutad de este Poetas en blanco y negro publicado por Abada Editores. Estoy seguro de que entre sus páginas vais a encontrar sin duda versos que os van a interesar y conmover, a entretener y apasionar y emocionar.

Quiero, como cierre, leeros uno de los poemas seleccionados. Se titula Los días inminentes y su autor es el melancólico, el elegíaco Eloy Sánchez Rosillo. Tras él, la música de otro poeta, Leonard Cohen y su magnífica Famous blue raincoat. Hasta la semana próxima.

Los días inminentes

Yo, que nunca he pensado en el mañana,
que no sentí jamás preocupación ninguna
por lo que habría de venir,
me veo ahora meditando a veces
-con inquietud que alcanza
hasta el desasosiego- en el futuro.
Mas no me acucia la entelequia absurda
del porvenir remoto,
sino los días que ya llegan,
los que están casi a punto
de llamar a mi puerta con impaciente aldaba. Y observo atentamente
el semblante que muestran cuando aparecen. Busco
indicios en sus gestos que me digan
cómo habrán de tratarme, qué me traen. Todo pende
de un hilo en el precario
lugar de mi vivir en el que estoy. Y un día, cualquier día,
puede ser un día más, razonable, pacífico,
y puede ser también
un golpe inopinado que nos lance de súbito
a la intemperie hostil de lo desconocido
o al gran silencio de lo irremediable. Mueve el viento con fuerza
las frondas del presente. Y una sombra enigmática
nos quita las migajas de luz que deja el tiempo
en nuestras pobres manos.


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